Tres claves para comunicar efectivamente la responsabilidad social empresarial

En Media Coachers hemos ayudado a que las empresas comuniquen sus programas de responsabilidad social empresarial (RSE) a sus públicos de interés. Poco a poco, nuestros clientes han ido reconociendo que estas practicas abonan a la buena (o mala, si sale mal) reputación de la organización.

Existe el peligro que muchos programas de responsabilidad social empresarial sean vistos como meras acciones cosméticas, y se comuniquen únicamente para cumplir con las demandas del entorno, aunque estén absolutamente desconectados del core business de la empresa.

Por ello, a continuación, te brindo algunas recomendaciones en “clave comunicación” que pueden ser útiles:

1. Menos mensajes; más conversaciones

Vivimos en un momento en el que nuestros públicos meta no solo tiene la última palabra, sino que influyen en los procesos de producción y comercialización de los bienes y servicios de las empresas. En el plano de la responsabilidad social empresarial también es el caso, por tanto, hay que pensar en conversaciones.

Los mensajes son solo una parte de la sustancia que alimenta las conversaciones. Tradicionalmente, las empresas están acostumbradas a hablar mucho, emiten muchos mensajes, y escuchan poco. Pero, ¿qué tal si conocemos sus intereses por contribuir al desarrollo del entorno? Relacionarnos mejor con ellos nos ayudará a identificar causas comunes y socializar mejor nuestras iniciativas. Buscar aliados es fundamental.

2. La relevancia de dar sentido de proyecto a nuestras iniciativas

Las grandes iniciativas de responsabilidad social empresarial son proyectos sostenibles a largo plazo, con procesos establecidos, responsabilidades asignadas y mediciones que soportan el esfuerzo realizado. Las acciones aisladas (pintar una escuela, sembrar árboles, regalar alimentos, por mencionar algunas) se diluyen en el tiempo y no abonan a la buena reputación corporativa.

Un proyecto, en cambio, nos brinda la oportunidad de plantear una iniciativa concreta, estructurada y en sintonía con nuestros públicos de interés. El ciclo se cierra con la comunicación. Recordemos: la buena reputación corporativa es aquella que nos impulsa a hacer las cosas bien y a contarlas mejor.

3. Comienza a comunicando hacia dentro

La reputación de nuestra empresa se construye desde dentro. Sin colaborados comprometidos y alineados con nuestros objetivos de RSE, será muy difícil ejecutar nuestros proyectos.

La comunicación interna es una responsabilidad que corresponde inequívocamente al equipo de liderazgo de la empresa. Ellos son los principales garantes que el propósito corporativo de las organizaciones no se convierta en humo o poesía barata.

Que la comunicación externa se haga bien depende, en gran medida, que “la casa esté ordenada y amueblada” antes. “La responsabilidad social es comunicación, de la misma forma que la comunicación debe ser también un ejercicio de responsabilidad”, sostiene José Manuel Velasco, experto en comunicación corporativa.

Conclusiones

Los ciudadanos no están pidiendo empresas que salven al mundo. Eso es imposible. Las personas, -nuestros públicos de interés-, demandan que intervengan en su entorno, que es aquél del que se proveen los recursos para sus productos y servicios.

La auténtica responsabilidad social es aquella que mejora el mundo y propone soluciones a los problemas compartidos. Humaniza a las organizaciones y brinda sentido a nuestro trabajo.

“No existe mejor estrategia de comunicación que nuestros proyectos de RSE”, suele decir Ricardo Rivas, nuestro director general en Media Coachers. Quien comprenda esto, ha encontrado un océano de oportunidades para hacer el bien.

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